Tras el paso del tiempo, muchas organizaciones tuvieron como reto el adaptarse al trabajo híbrido. Y esta labor no es únicamente de las empresas, incluye obviamente a sus colaboradores.
Siete de cada 10 empresas en México buscan implementar un modelo híbrido en el trabajo; sin embargo, solo el 28% tiene la capacidad para hacerlo, reveló un estudio de la consultora PwC, que dejó ver, lo anterior significa un reto para las compañías en su productividad y rentabilidad, entonces, ¿cómo pueden hacerle frente a esto?
Es por ello, que las organizaciones requieren:
Organización: Saber con exactitud qué personas trabajan en oficina y qué personas trabajan desde casa. Aunado a esto, qué días de la semana o qué semanas estarán trabajando así. Utilizar un calendario de Google puede ayudar mucho sin necesidad de gastar en software de paga.
Control: Cuando se trabaja desde casa, sabemos que el empleado o empleada no necesariamente cubre las horas de trabajo y se desconoce el uso que le da a las herramientas de trabajo que le otorgó la empresa. Es por ello que, recomiendo la instalación de un keylogger, este software en su versión gratuita captura cada tecla que se escribe en la computadora y también señala en que programa se está ejecutando. Con esta herramienta sabemos cuando prenden la computadora y cuando la apagan. Obviamente el empleado no se percata de ello, ya que nos envían un reporte por correo o por carpeta FTP. La versión de paga incluye capturas de pantalla. Para instalar este software es indispensable que el equipo de cómputo sea de la empresa, fundamentándonos en los artículos 132, 133, 134 y 135 de la Ley Federal del Trabajo.
Persuasión a los empleados: Hacer notar a los empleados que el trabajo desde casa es una ventaja laboral que no siempre se da en las organizaciones y para mantenerlo es importante tener el compromiso de los colaboradores. Hacer notar que no gastan en transporte, que no pierden tiempo en el tráfico (independientemente de que se trasladen en transporte público o privado), así como tener más tiempo que pueden dedicarlo a ellos mismos, a su pareja o familia.