La Psicología del trabajo tiene que plantearse que las nuevas organizaciones están obligadas a investigar, intervenir y garantizar soluciones a diversas problemáticas. Dentro de estas problemáticas se pueden mencionar:

• La inestabilidad laboral que predomina en un mundo globalizado
• La diversidad de los empleados como factor favorable al crecimiento de la empresa
• Nuevos esquemas de reclutamiento de personal, teniendo como interés principal la imagen de la empresa
• Los equipos virtuales de trabajo como nueva realidad ante la pandemia que vivimos hoy en día
• Los estilos de liderazgo, donde las diferentes generaciones lo perciben diferente
• Involucrar a los empleados en la cultura organizacional y mejorar el engagement
• La satisfacción laboral de los empleados sin perder la brújula organizacional
• Cumplir con las normas y disposiciones oficiales en materia laboral

Con lo anterior, quiero recomendar a los psicólogos laborales prepararse en otras disciplinas que no tienen que ver directamente con la psicología, pero si con su práctica profesional. Me gustaría comentar un ejemplo personal. Actualmente imparto clases de psicología laboral a nivel licenciatura y el plan de estudios está volcado a estudiar factores psicosociales.

La limitante de no estudiar otras disciplinas recae en que tanto profesores como alumnos proponen ideas que están distantes a una práctica real de la materia. Me ha tocado escuchar a alumnos que sugieren “la empresa debería pagar los medicamentos a los trabajadores”, “no es labor del psicólogo saber la diferencia entre finiquito o liquidación”, “las empresas deberían contar con contratos psicológicos transaccionales escritos para los trabajadores”. Estas afirmaciones o sugerencias provienen de los mismos profesores que difícilmente tienen una práctica real en recursos humanos.

La cuestión es que, existe una ley del seguro social y por medio del pago de prestaciones de seguridad social los empleados recibirán atención médica y medicamentos por parte del seguro social. También el psicólogo se puede encargar de las bajas del personal y debe de saber la diferencia entre un despido y una renuncia. Y, por último, existe la ley federal del trabajo que nos habla de los distintos contratos laborales que existen y no menciona ningún contrato psicológico.

A lo que quiero llegar, es que parte de la limitante de la psicología laboral, es que los psicólogos recién egresados se consideran expertos en soluciones empresariales, cuando en realidad, en la mayoría de los programas educativos solamente cuentan con un año de estudios en materia organizacional. Dicha cantidad de estudio resulta mínima comparada con el tiempo que un administrador, contador o ingeniero industrial dedican a estudiar a las organizaciones.

Mi recomendación a los psicólogos laborales es que se preparen. Mi recomendación a los psicólogos educativos, sociales o clínicos que se dedican a recursos humanos debido a que no encontraron empleo en su área de interés es que se preparen el doble, con la finalidad de no realizar una mala praxis.