La tipología de Mintzberg es un marco conceptual desarrollado por Henry Mintzberg que clasifica las organizaciones en cinco configuraciones estructurales básicas, basándose en cómo se coordinan las tareas y cómo se distribuye la autoridad. Cada tipo refleja una manera de organizar, dirigir y diseñar organizaciones. Las cinco configuraciones son:
1. Estructura Simple
Descripción: Se caracteriza por su baja complejidad y centralización en la toma de decisiones. La coordinación de tareas se logra principalmente a través de la supervisión directa.
Aplicabilidad: Este tipo de estructura es típico de las organizaciones pequeñas o en fase de inicio, donde el líder (como un empresario) toma la mayoría de las decisiones importantes.
2. Burocracia Mecanicista
Descripción: Se basa en una estructura altamente formalizada y centralizada, con tareas claramente definidas, jerarquías de autoridad y un enfoque en la eficiencia y previsibilidad.
Aplicabilidad: Es común en organizaciones grandes y maduras que operan en ambientes estables y predecibles, como las fábricas o las administraciones gubernamentales.
3. Burocracia Profesional
Descripción: Aquí, la coordinación de tareas se logra a través de la estandarización de habilidades y conocimientos. La organización se basa en la competencia de sus profesionales, quienes tienen un alto grado de autonomía en su trabajo.
Aplicabilidad: Típica de hospitales, universidades y otras organizaciones donde los servicios son proporcionados por profesionales altamente calificados.
4. Forma Divisional
Descripción: Esta configuración se caracteriza por estar compuesta por divisiones semi-autónomas, cada una de las cuales funciona como una empresa separada con su propia estructura. La coordinación se logra a través de la estandarización de los outputs (resultados).
Aplicabilidad: Se utiliza en organizaciones grandes que operan en diversos mercados o sectores, permitiendo una respuesta más rápida y especializada a cada uno.
5. Adhocracia
Descripción: Es la más flexible de las configuraciones, con énfasis en la adaptabilidad y la innovación. La coordinación se logra a través de la mutua adaptación entre los miembros del equipo, con poca formalización y jerarquía.
Aplicabilidad: Predomina en sectores que cambian rápidamente, como la tecnología, la investigación y desarrollo y las industrias creativas.
Mintzberg argumenta que ninguna configuración es superior a las otras; más bien, la efectividad de una configuración depende de su alineación con las necesidades de la organización y su entorno. Este marco ayuda a entender la complejidad organizacional y proporciona una base para el análisis y diseño de estructuras organizacionales efectivas.